La infección, con más de 300 hospitalizados, es la más letal de la historia.
Ya son nueve las personas fallecidas realcionadas con un brote de legionela originado en el concejo de Vila Franca de Xira, en el distrito de Lisboa, lo que le convierte en el caso más mortífero en la historia de esta bacteria, identificada en 1976. La Dirección General de Salud, en comunicado emitido en la noche del jueves, reconoce siete muertes ligadas a la bacteria y en otros dos casos se está a la espera del dictamen médico forense.
Todos los fallecidos padecían dolencias crónicas de tipo cardiaco o pulmonar, por lo que en algunos casos es difícil atribuir la muerte a la acción de la bacteria o a complicaciones de sus dolencias. También la dispersión de los enfermos dificulta diagnóstico y origen.
El brote se detectó el pasado viernes, pero hasta el martes no se ha identificado el foco que, según los últimos análisis, procedería de las torres de ADP Fertilizantes, en el concejo de Vila Franca de Xira, la población con más afectados. La fábrica pertenece al grupo español Fertiberia, que preside Francisco de la Riva y cuyo consejero delegado es Juan Villar-Mir Fuentes. En un principio también se sopesaron las torres de la fábrica de Solvay, distante un kilómetro, y las de la Sociedad Central de Cervezas, que forman el triángulo donde se concentran más víctimas.
Los representantes sindicales de la fábrica de Solvay habían señalado que cada tres meses se limpian sistemáticamente todas las tuberías y conductos, y que no se había detectado ninguna anomalía en los análisis. Vestigios de la bacteria fueron encontradas en los terrenos de Solvay, pero dado su bajo nivel se descartó que esta fábrica fuera el origen de la contaminación.
A diferencia de los brotes más comunes, la propagación de la bacteria ha sido vía atmosférica y no por la refrigeración.
El ministro de Ambiente, Jorge Moreira da Silva, declaró el martes que, a mediados de octubre, las torres de refrigeración de la fábrica ADP Ferttlizantes comenzaron a liberar pequeñas gotas contaminadas con la bacteria de la legionela. También la climatología de esos días de mucho calor húmedo pudo favorecer la propagación. Las autoridades datan en el 18 de octubre el primer caso del brote. En esa semana tuvo Portugal una ola de calor con más de 30 grados, algo desconocido desde 84 años atrás.
Hasta el lunes día 10 de noviembre no se clausuraron las torres de la fábrica ADP Fertilizantes, que distan varios kilómetros de personas afectadas por el contagio. Dada esa fecha, el director general de Salud ha afirmado que a partir del día 20 no aparecerán más casos de legionela, pues habrán pasado los diez días de incubación.
Según el comunicado de la Dirección General de Salud, emitido en la noche del jueves, hay 313 personas hospitalizadas en diversos centros de Oporto, Vila Real, Castelo Branco, Figueira de Foz. De ellas, 40 permanecen en cuidados intensivos. El número de ingresos ha disminuido respecto a días anteriores.
En un primer momento se pensó que la propagación tenía su origen en el servicio de aguas, por lo que provocó el pánico en la localidad de Vila Franca de Xira, donde los habitantes se lanzaron a comprar agua embotellada, luego, cuando se culpó al aire, se agotaron las mascarillas. El martes, la Organización Mundial de la Salud calificó el brote de “gran emergencia” y se ofreció a enviar peritos, pero las autoridades lo rechazaron. La Dirección General de Salud ha recordadao a los vecinos que pueden beber agua del grifo con seguridad y que la enfermedad no se propaga entre las personas.
En conferencia de prensa en la mañana del jueves, Francisco George se tuvo que defender de la tardanza en localización del foco, que atribuyó a la dispersión de los afectados, pues muchos de ellos no vivían en Vila Franca de Xira y otros ni siquiera habían salido de sus casas.
La diferencia de este caso respecto a los brotes más comunes de legionela es su propagación exterior. Lo más común es el contagio en hospitales, hoteles o grandes edificios cerrados con refrigeración. En Vila Franca la propagación ha sido atmosférica, a kilómetros de distancia y con diversa orientación en función de los vientos, cuya fuerza, altura y dirección están sido analizados por el Instituto Portugués de Mar y Atmósfera (IPMA).
Según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), el brote de Portugal es el más mortífero de sus 40 años de historia. Por número de enfermos, el más grave ocurrió en Reino Unido (494 infectados), seguido del de Murcia en el año 2001, con 449. En ambos casos hubo siete muertes. En Miyazaki (Japón) hubo 295 infectados en 2002, con otros siete fallecidos. En todos los casos registrados en el mundo, solo hay ocho brotes con más de 100 infectados.
La aparición de la legionela se concentra en equipamientos sanitarios públicos a través de la refrigeración de los centros. La bacteria fue identificada en 1976 después de que enfermaran repentinamente cerca de 200 personas en un hotel de Pensilvania (EE UU), donde se reunían veteranos de guerra de la Legión Americana, de ahí el nombre de la bacteria que provoca la enfermedad. Casualmente, en el brote portugués también hay tres militares internados.